Para sacar el máximo rendimiento de tu cama, también es importante que elijas la base adecuada según el tipo de colchón que hayas elegido:
Somier de láminas
Es el tipo más versátil, ya que es adecuado para cualquier tipo de colchón y suelen tener precios bastante accesibles. Además, consigue una buena ventilación, algo especialmente importante en el caso de colchones cuyo material no transpira demasiado, como la viscoelástica o el látex.
Tabla tapizada
Es la mejor opción para colchones de resortes. Lo mejor de estas bases es que, en muchos casos, están construidas como arcón, por lo que tendrás un espacio excelente para guardar unas cuantas cosas debajo de la cama sin que ocupen espacio en la habitación.
Sin embargo, este tipo de base se desaconseja para colchones de látex.
Somier de resortes
Al igual que los de láminas, ofrecen una ventilación óptima y son aptos para cualquier tipo de colchón. Al ser más elásticos, proporcionan un extra de suavidad a la cama, por lo que son una buena opción para contrarrestar colchones demasiado duros.
Sin embargo, ten en cuenta que, con el tiempo, tienen tendencia a hacer ruido cuando te muevas en la cama.
Base articulada
Son ideales para gente con poca movilidad, personas mayores y aquellos que deben pasar largos períodos en la cama, ya que permite adoptar de forma cómoda varias posturas.
Para estas bases hay que utilizar colchones flexibles e indeformables. La mejor opción son los colchones de látex, aunque también son aptos los modelos de espuma o los de resortes enfundados.